Pages

lunes, 18 de marzo de 2019

hacer la cama y el capítulo de halloween



en el que podría estar siendo el penúltimo intento de asumir el orden y la calma como los cimientos de una estructura a la que siempre le faltaron cimientos llevo dos semanas haciendo la cama todas las mañanas. la hago enfadada porque la hago obligada y lo que es peor: la hago obligada por mí misma, quién me he creído que soy para querer inculcarme disciplina. me explico entonces que quiero dejar de escuchar ciertas cosas que llevo escuchando demasiado tiempo y que me rompen un poco cada vez que suenan y yo, la verdad, ya estoy un poco harta de romperme, así que si el desorden de mi habitación habla de cómo soy por dentro lo mejor será empezar ordenando mi habitación a ver si por la propiedad transitiva me vuelvo armónica y pacifista y equilibrada. no te voy a engañar, la verdad es que por ahora no estoy sacando buenas notas en eso pero por si acaso un día hiciera clic yo voy a seguir haciendo la cama, que

1) para colmo de males es una cosa que hago desde el firme convencimiento de estar dedicando varios minutos diarios a una labor de naturaleza inútil, un pa ná de manual, así que mientras focalizo mis energías en asumir el orden y la calma como los cimientos que me faltan en paralelo me va comiendo la idea de estar contribuyendo con mis acciones cotidianas a que la rueda de la inutilidad siga girando en vez de romper de una vez la rueda, denostada rueda de la que tanto me quejo (quejarme se me da bien) la puta rueda a la que me tengo que subir si quiero armonía y paz y equilibrio, y la verdad es que quiero

2) para colmo de males es una acción que no hace ruido y ya me pueden venir los gurús del mindfulness y el autocuidado con una máquina de lavar cerebros (tú tú tú y luego tú) que yo me siento ridícula ordenando en silencio, cuidándome en silencio, que lo que yo quiero es compartir y gritarlo: mirad cómo me cuido, cabrones, me estoy levantando unos cimientos de puta madre y cuando los termine se me acabó ese caos que tanto os jode así que valorad este esfuerzo hercúleo desagradecidos de mierda

resulta que tengo la teoría de que las cosas no pasan si no las cuentas: está bien ser buena pero de nada sirve ser buena si nadie se da cuenta de lo buena que estás siendo; sufrir es lícito y estar acompañada en el sufrimiento es un derecho inalienable de la persona pero si no cuentas cuánto sufres nadie te va a acompañar; querer (a una persona o una cosa) no sirve de nada si no lo verbalizas porque de hecho y esto ya lo hemos hablado otras veces lo que no se nombra no existe, lo que no se nombra se diluye en la inmensidad infinita de un universo de nombres y deseos y declaraciones de intenciones, lo que no se nombra pasa desapercibido, no deja huellas, será inocuo para la trama como un capítulo especial de halloween de los simpsons, no tendrá consecuencias o las consecuencias no se verán y no habrá por tanto ni aplausos ni regañinas, y por eso y aunque pueda parecer irrelevante visto desde fuera anuncio que llevo dos semanas haciendo la cama todas las mañanas y que no estoy contenta con la coyuntura pero me estoy dando tiempo para que lleguen las consecuencias (buenas) y cuando lleguen (espero darme cuenta) lo haré público porque este sacrificio silencioso en su mayor parte bien merece un gracias y una fiesta y no engrosar la nómina de las cosas que suceden sin dejar rastro y se confunden así con los sueños o las pesadillas, como cuando kang y kodos se disputan la presidencia de los estados unidos o el delfín asesino le atraviesa el pecho a willie pero al día siguiente no hay extraterrestes al mando de ninguna potencia mundial (que sepamos) y willie tiene el pecho intacto y los delfines son mansos y siguen sin saber hablar (tanto ruido para nada)

No hay comentarios:

Publicar un comentario