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lunes, 19 de agosto de 2019

agosto del verbo agujero




aquí no hay nada increíble
solo lo de siempre










lo peor de no haber huido nunca es no tener dónde volver. esa carencia te condena a estar, sin más, mirando con nostalgia a los que van y vienen porque ya es tarde para ti. ya no somos insultantemente jóvenes, solo jóvenes. y a efectos prácticos ser joven es ser demasiado viejo para emprender huida alguna. yo que nunca quise huir me arrepiento de no haber huido aquella vez que estuve a punto, cuando sentí que tenía que irme aunque no quisiera. para desgracia de los míos sigo anteponiendo el deseo al deber, por muy claros que tenga los deberes. si hubiera huido ahora podría volver donde me echaran de menos, o quizás nadie me echaría de menos y entonces daría igual porque en cualquier caso tampoco se me estaría echando de más en ningún sitio, ni siquiera yo, y así no me ardería esta ciudad en las yemas. si me sintiera atrapada podría salir en alguna dirección en vez de quedarme quieta esperando que el agujero se ponga bonito. esa huida me habría dado margen de maniobra pero nunca pienso en futuribles. sin embargo pienso todo el rato en pluscuamperfecto de subjuntivo, que es el tiempo y el modo en el que pensamos los idiotas

2 comentarios:

  1. Yo, mas que el pluscuamperfecto del subjuntivo, suelo tirar de los "Y si...".

    Y así nos va a los idiotas.
    (De todas formas la ciudad tiene sitios a los que huir sin necesidad de salir de ella.)

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  2. Lo mejor de huir es no tener que volver. El regreso generalmente es más doloroso que la huida.

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